Mediación

Mediación Testamentaría

Cuando nos encontramos ante una herencia familiar pueden surgir numerosos conflictos como consecuencia de discordancias entre los intereses de los beneficiarios de la misma.

Estos conflictos llevan implícitos una gran carga afectiva que, a menudo, desembocan en una situación irreconciliable que provoca la ruptura de las relaciones familiares, siendo realmente difícil la vuelta a la normalidad.

En estos casos, es conveniente la solución de los conflictos de manera pacífica y voluntaria, dado que se trata de relaciones muy cercanas, personales, abocadas a mantenerse durante largos periodos de tiempo y que conllevan grandes desgastes emocionales si no son gestionadas adecuadamente.

A través de la mediación en el ámbito testamentario se consigue, no solo evitar la vía judicial, sino también evitar la ruptura de las relaciones familiares e, incluso, mejorarlas y enriquecerlas.

Por ello, las alternativas extrajudiciales, como la mediación testamentaria, son especialmente relevantes en la prevención de futuros conflictos, a través de previsiones hechas en el propio testamento, o gestionar y resolver los conflictos cuando estos ya se han producido.

Gracias a la intervención de un tercero imparcial, se logrará encauzar la disputa, resolver el conflicto de manera satisfactoria y mantener el diálogo durante todo el proceso de mediación.

Los implicados tendrán la oportunidad de ponerse en la situación de las demás partes y evitar desgastes emocionales innecesarios.

Además, se conseguirá un ambiente pacífico, satisfactorio y efectivo para las partes que, normalmente, atraviesan momentos duros por el fallecimiento de un familiar.

Las situaciones en las que puede resultar interesante la mediación familiar:

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